Monday, November 05, 2007

Tamales

6:30am. Un viaje como el pico, entre el sueño, la caña y las ganas de no querer estar ahi.
Me sirven un desayuno radiactivo, todo brillaba toxicamente, pan con Talio y cafe con Uranio empobrecido, el queso vibraba.

8:15am. Un pais de mierda, Ciudad de Mexico. Una gran nada, o mejor dicho, una gran poblacion callampa, pasaban los minutos y todo era igual, cientos de miles de pequeños techos, oxidados, con weás arriba afirmando las calaminas, una toma gigante desde el cielo, la weá no parecia ciudad.
Nos dan la bienvenida, mire al lado con cara de "que hacemos ahora" y me responden con el clasico "dime tu". Más pico para el pico. Pasamos por Aduana y Policia Internacional, rico... nos quieren cagar, pico de caballo pienso yo. Nos vamos en la rancia. A esas alturas ya odiaba a los mexicanos, todos chicos, morenos y mamones. Eran más racistas que la cresta, racismo sudaca. Me hueviaron hasta por los tatuajes, y obvio, fueron victimas de mi racismo más chileno. Su acento me tenia con ataque de nervios, más encima eran acusetes y reclamones, unas mierdas... con razón los gringos creen que al sur de su frontera solo hay indios, pobres, tequila y mujerzuelas.

Salimos de la weá. Respiro hondo. El olor a mexicanidad me patea las weás. Me siento tan lejos, pero tan cerca, Lejos de mi casa, lejos de mi, cerca de America Latina, cerca de nuestro tercermundismo, cerca de sentirme abacanao; no hablaba como ellos ni me excitaba con una mascara de lucha libre o Veronica Castro.

Comi weás raras, de colores, fritas y el tabasco es la pura chapa; no pica nada.
Las calles eran cuaticas, violentas y con un ritmo que violentaba. Entendi varias cosas alli, cerre la boca y camine haciendome el hueón, mimetizandome con su urbanidad postindustrial sudaca.
Me tome unos tequilas, me comi un sandwich de pepinillos, cebolla y tocino (rico a todo esto), y trate de comprarme una calavera mexicana, de esas weás del Día de los Muertos. Era super linda y tenia toda la onda hampona del recuerdo para la familia, pero nada, me cacharon extrangero y me querian cobrar el triple.
- Pico de caballo, pense nuevamente y segui mi andadura por el pais de los Meros Machos, los Luchadores enmascarados, los Traficantes de esclavos y el Mezcal... y nada. Si van a Mexico, por favor, jamas hojeen una revista para adultos mexicana, haganme caso nomás.

Cayo la tarde.... Almorce la weá más absurda que se puede almorzar: Pizza y Completos con Cerveza, la dieta chilena por excelencia, alimento de campeones y de verdaderos rudos para el Ají.

Y nada, un día por fin pude regresar.

Creía que tenía todo resuelto; un plan, un modus operandi y ropa. Malditas certezas, Maldito el hueón que compró, A77AQUE era la banda sonora de ese año y de todo lo que vendría.

Y sabes que?

Todo se fue a la mierda, pero puta que fui feliz despues.
Pocas cosas son tan buenas como un pajaro negro volando en mi jardin.