Hezbollah obtuvo una "victoria estratégica e histórica", y hablar de su desarme "es inmoral", declaró anoche el líder del movimiento ultraislámico, el jeque Hassan Nasrallah en un mensaje emitido por televisión en el Líbano. Sus palabras contrastan con las del presidente de Estados Unidos, George Bush, quien afirmó que el grupo shiíta fue "derrotado".
"Es una victoria para la resistencia y para todo el Líbano, una victoria para toda la nación árabe, mientras que el enemigo se vio inmerso en errores", afirmó Nasrallah en su mensaje, emitido por la cadena Al Manar, del grupo shiíta. "En los próximos días se revelarán las pérdidas en las filas del enemigo", agregó.
"Alguien afirma que el desarme de la resistencia es la condición esencial para un estado libanés fuerte. Yo pienso exactamente lo contrario", remarcó Nasrallah. Y señaló que "hablar en este momento del desarme" de Hezbollah "es inmoral".
"La cuestión del desarme no puede ser solventada de forma prematura y bajo la presión, la intimidación o la provocación; debe ser solucionada a través del diálogo entre libaneses", declaró. Si no es así, sostuvo, "se haría perder al Líbano su fuerza, que está basada en su firmeza, la solidaridad y la unidad nacional".
Luego del mensaje de Nasrallah, en las calles de Beirut se escucharon ráfagas de ametralladoras en señal de festejo, además del estruendo de los fuegos artificiales que cubrieron el cielo de la ciudad.
La resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el viernes después de arduas negociaciones, hace referencia a otra, la 1559, que reclama el desarme y el desmantelamiento de Hezbollah y de las organizaciones palestinas prosirias.
El texto aprobado el viernes por el Consejo de Seguridad también estipula que una fuerza internacional sea desplegada para respaldar las tareas del Ejército libanés en Líbano sur.
El líder del movimiento que durante más de un mes presentó una dura resistencia a las fuerzas israelíes criticó además a quienes llaman a su movimiento a abandonar las armas. "Mientras un millón de desplazados fueron obligados a dejar sus casas y nuestros jóvenes sacrifican sus vidas contra el enemigo, algunos personajes hablan de desarme sentados detrás de sus escritorios, con aire acondicionado".
Por otra parte, Nasrallah cuestionó que el Ejército libanés sea capaz de defender al país. "¿El Ejército podrá luchar si una guerra es impuesta a Líbano? ¿Y una fuerza interina de Naciones Unidas para Líbano reforzada podrá defender Líbano?", se preguntó ante las cámaras. "Esta cuestión concierne al futuro del país, no debe ser tratada a la ligera. Es una cuestión compleja", agregó.
El dirigente rindió homenaje a "todos los mártires" —milicianos de Hezbollah, soldados del Ejército libanés, personal de defensa civil y población civil— muertos en los 34 días de guerra.
Además denunció que durante los bombardeos israelíes "por primera vez las agresiones al Líbano tuvieron en la mira las casas, además de infraestructuras, y destruyeron 15 mil viviendas".
El líder de Hezbollah aseguró además que los milicianos de su movimiento ayudarán a reparar las viviendas dañadas por los bombardeos. "No se preocupen. Desde mañana pondremos a vuestra disposición una indemnización para reconstruir los domicilios destruidos o para permitirles alquilar una vivienda", aseguró Nasrallah, con voz pausada y su típico turbante negro.
"Alguien afirma que el desarme de la resistencia es la condición esencial para un estado libanés fuerte. Yo pienso exactamente lo contrario", remarcó Nasrallah. Y señaló que "hablar en este momento del desarme" de Hezbollah "es inmoral".
"La cuestión del desarme no puede ser solventada de forma prematura y bajo la presión, la intimidación o la provocación; debe ser solucionada a través del diálogo entre libaneses", declaró. Si no es así, sostuvo, "se haría perder al Líbano su fuerza, que está basada en su firmeza, la solidaridad y la unidad nacional".
Luego del mensaje de Nasrallah, en las calles de Beirut se escucharon ráfagas de ametralladoras en señal de festejo, además del estruendo de los fuegos artificiales que cubrieron el cielo de la ciudad.
La resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el viernes después de arduas negociaciones, hace referencia a otra, la 1559, que reclama el desarme y el desmantelamiento de Hezbollah y de las organizaciones palestinas prosirias.
El texto aprobado el viernes por el Consejo de Seguridad también estipula que una fuerza internacional sea desplegada para respaldar las tareas del Ejército libanés en Líbano sur.
El líder del movimiento que durante más de un mes presentó una dura resistencia a las fuerzas israelíes criticó además a quienes llaman a su movimiento a abandonar las armas. "Mientras un millón de desplazados fueron obligados a dejar sus casas y nuestros jóvenes sacrifican sus vidas contra el enemigo, algunos personajes hablan de desarme sentados detrás de sus escritorios, con aire acondicionado".
Por otra parte, Nasrallah cuestionó que el Ejército libanés sea capaz de defender al país. "¿El Ejército podrá luchar si una guerra es impuesta a Líbano? ¿Y una fuerza interina de Naciones Unidas para Líbano reforzada podrá defender Líbano?", se preguntó ante las cámaras. "Esta cuestión concierne al futuro del país, no debe ser tratada a la ligera. Es una cuestión compleja", agregó.
El dirigente rindió homenaje a "todos los mártires" —milicianos de Hezbollah, soldados del Ejército libanés, personal de defensa civil y población civil— muertos en los 34 días de guerra.
Además denunció que durante los bombardeos israelíes "por primera vez las agresiones al Líbano tuvieron en la mira las casas, además de infraestructuras, y destruyeron 15 mil viviendas".
El líder de Hezbollah aseguró además que los milicianos de su movimiento ayudarán a reparar las viviendas dañadas por los bombardeos. "No se preocupen. Desde mañana pondremos a vuestra disposición una indemnización para reconstruir los domicilios destruidos o para permitirles alquilar una vivienda", aseguró Nasrallah, con voz pausada y su típico turbante negro.